Podemos verles en multitud de disciplinas: esquí, motociclismo, salto en paracaídas… Este último en particular nos ha encantado, un hombre sin nada más que un bañador y unas zapatillas se lanza desde el avión, escoltado por amigos suyos con el equipo necesario para poder sujetarle y que no se estampe contra el suelo.
Mucha sangre fría se necesita para poder incluso plantearse hacer un salto de este tipo. Esta gente es de lo más valiente que hemos visto nunca, auténticos profesionales en sus respectivos campos que han decidido ir más allá y dejar una marca prácticamente imbatible. Con seres humanos así por el mundo cualquier avance que realicemos en alguno de nuestros deportes se nos queda corto.