Hay veces que son de los animales más cariñosos que existen en el mundo y otras que se alejan de nosotros como si tuviésemos la peste. Lo que está claro es que les queremos de igual forma, y que nos encantaría poder conocerles un poco mejor.Es lo que pensó esta familia, poniéndole una cámara en el cuello para que registrase su vida durante 24 horas. Como buen gato, es de estos aficionados a salir de correrías por ahí y volver cuando le apetece, sin preocuparse de que su familia pueda estar pensando de haberle ocurrido algo. A fin de cuentas es solo un gato, ¿no?
Pues este gato esconde mucho más de lo que parece. El muy felino se pega una juerga increíble durante estas horas, haciendo de todo a pesar de ser un gato de lo más familiar. Al volver a casa la cámara cae en manos de la dueña y cuando comienza a ver lo que ha estado haciendo su dulce mascota se queda sin saber qué decir.