Esta vez es de los duros, aprovechando la confusión que tenemos nada más despertar por no saber muy bien dónde estamos ni lo que estamos haciendo.La broma consiste en tener una cabeza artificial que simula a un hombre, completamente diferente a su novio, marido o lo que sea en este caso. Con cuidado se coloca debajo de las sábanas, cubriendo el cuello para que no se vea que es falso, y a continuación se le apoya en la almohada mirando a la desdichada víctima de la broma que no se imagina lo que le espera.
El susto es increíble, haciendo que la chica salga disparada mientras grita improperios en inglés. De lo más divertido que hemos visto nunca, con una chica realmente guapa de paso y una pareja que se ve encantadora. Esperemos que si alguna vez nos toca tener un novio así sepamos cómo manejarle o, al menos, estemos preparadas.