Una auténtica locura que no debería haber existido nunca pero que hoy en día se sigue dando, a pesar de estar viviendo en lugares donde se supone que se busca salvaguardar un mínimo de higiene.Y es que estas ratas gigantes han invadido completamente la ciudad, sin dejar vivir tranquilos a ninguno de sus habitantes. ¿Quién lo haría sabiendo que al salir de la calle te puedes cruzar con ellas? Es un auténtico infierno pensar que pueden star ahí, agazapadas, esperando el momento de salir y poder cogernos desprevenidos.
Una locura que se ha hecho realidad, una pesadilla de la que esperamos no ser partícipes nunca. Si las ratas siguen creciendo de esta forma tan incontrolada algún día necesitaremos auténticas brigadas profesionales para luchar contra ellas, intentando exterminarlas antes de que ganen todavía más terreno del que ya han ido logrando estos años. Esperemos que no seamos nosotros los que lo vivamos.