Pues lo que sucedió es que con el centro comercial abierto y lleno de clientes, apareció una fisura en las paredes del acuario gigante, el agua empezó a salir a chorros y el pánico pronto se apoderó de los presentes, Todos temían lo peor y es que los temidos depredadores se dieran el gran festín con las personas que allí se encontraban.
En una ciudad como Dubai, capital de la arquitectura moderna, no imaginó por que razón se les ocurriría crear un gigantesco acuario en un centro comercial, donde es visitado por millones de personas cada año y no se tiene el riguroso cuidado que se podría esperar como en un acuario que solo este dedicado a esa actividad, por lo que el acceso de la gente a las paredes del acuario no está restringido ni tan vigilado, y aunque las paredes acrílicas del acuario tienen 30 pulgadas de espesor la constante afluencia de gente hicieron que el material no aguantara, produciéndose lo que nadie esperaba.