Junto a los lavabos han colocado una especie de SPA para el disfrute de los visitantes que deseen un buen descanso, y para ello han colocado un sillón de masajes, pero con un truco importante, y es que cuando se le introduce la moneda para que funcione, se activa un mecanismo por el que el sillón te lanza de la sala hasta la nieve, o bien salir propulsado como un cohete también hacia el exterior, dejándolos a todos como mínimo helados.
Una broma buenísima en la que no podrás parar de reír ante las caras de las pobres víctimas, pero también hay que decir, que los pobres pasaron una vergüenza horrible, ya que cuanto salían expulsados hacia fuera estaban sin ropa, solo con una pequeña toalla, que claro está salían volando también en la mayoría de los casos, dejando atónitos a los esquiadores que se encontraban en la zona en ese momento, sin entender lo que estaba sucediendo.