//code starts// //code ends//

Esta boda empieza con el pie izquierdo

Una boda se supone que siempre es motivo de alegría y una forma de reunir a tu familia y amigos para celebrar la unión de la pareja. Pero, desgraciadamente, hay casos en los que la alegría se torna en tristeza. Tradiciones, peleas, celos o juegos pueden hacer que un momento de felicidad se convierta en una tragedia difícil de olvidar. El fotógrafo oficial de la boda acabó con un buen chichón.

Todo apuntaba a una bonita, tranquila y feliz boda, donde parecía que nada malo podía ocurrir ya. Los invitados estaban sentados en sus respectivos asientos, el cura en lo alto del altar y los novios desfilando hasta donde empezaría sus nuevas vidas, pero algo no estaba del todo bien, una fuente mal colocada y un fotógrafo despistado tuvieron la culpa.

El fotógrafo iba demasiado concentrado en su trabajo, en sacar las mejores caras de los novios recién casados rebosando felicidad. Iba tan concentrado que no le importó su propia integridad, incluso perdió la noción del tiempo y el espacio. Andando de espaldas iba aproximándose cada vez más a la fuente. Nadie le alertó y acabó pasando un mal rato y un buen remojón.

Contador